domingo, 30 de mayo de 2010

LiliPuta

Esta es la historia de una compañera de trabajo a quien yo había considerado una amiga pero como dice una campaña política de las ultimas semanas….ya no.

Resulta que cuando me contrataron en mi nuevo trabajo me pidieron una recomendación de una persona para un cargo en donde había una vacante, yo recomendé a mi “amiga” para el puesto, la contrataron y ahí comenzó Cristo a padecer.

Ella en confabulación con otras viejas (brujas), se propusieron sacarme de mi puesto para meter a unos recomendados que tenían, y ahí comenzó la guerra en donde ellas se dedicaban a sabotearme el trabajo, a hacer presentaciones con el cliente en donde me hacían pasar por un inepto. Las cosas llegaron hasta que mi jefe me pidió la renuncia, yo simplemente le dije que con mucho gusto se la daba siempre y cuando me dejara trabajar por unas dos semanas sin presencia de las brujas, el acepto y creo que fueron dos semanas maravillosas.

Al culminar las dos semanas esta “amiga” les comunico al equipo de trabajo que estaba embarazada, lo raro es que nunca me lo dijo a mi. Ya el lunes una amiga me escribió por el MSN:

N-sabias que la enana esta embarazada?

YO:no sabia y de quien?

N-Del esposo. De quien más?

YO: Del esposo no es. El tipo es infértil, por eso se habían postulado como padres adoptantes. bueno pero eso es lo de menos y cuanto tiene?

N-5 semanas.

YO: je je je

N-De que te ríes?

Yo: ella entro a trabajar hace 1 mes.

Ahí supe porque me tenia tanta rabia creo que era el único en la compañía que sabia que el esposo no podía tener hijos, por eso ella se dedico a hacer una campaña para sacarme, por esa razón acepto el trabajo sin problema. No se porque la gente es así. si me hubiera dicho yo le hubiera ayudado con lo que necesitara, pero no fue así.

Meses han pasado y creo que ha sido de los peores embarazos que he visto, ella esta sola ya que el esposo la dejo, la gente del trabajo no quiere hablar con ella porque yo no fui el único caso de chismes empresariales, y ella tiene mucho trabajo y nadie que la ayude. Me da pesar con la liliputiense pero no le voy a colaborar después de lo que me hizo, porque según veo Dios no castiga ni con rejo ni con palo.